Hoy ha muerto un amigo. Los que lo criaron lo llamaron Afligido, quizá porque sabían que había nacido para ser torturado. Era un toro inocente y lo mataron esta mañana en Tordesillas. Su asesino le clavó una lanza en el cuerpo, desgarrándole la carne y las entrañas para verlo después agonizar durante treinta minutos. Aún vivo, hundieron en su cuerpo el metal de la navaja mientras orgullosos padres mostraban a sus hijos lo valientes que son en Tordesillas.
El asesino declaró orgulloso: "Me siento como Cristiano Ronaldo". Así de feliz estaba. Se llama Óscar Bartolomé Hernández y aquí tenéis su foto. La pongo para que sepáis la degradación a la que llega el ser humano. Si lo conocéis, os animo a que le llaméis a la cara lo que es: ASESINO. Viéndote, me avergüenzo de ser persona, asesino. Y me avergüenzo de que tu apodo sea Zamorano. Yo sí soy zamorano y me das asco. Ojalá nunca hubieras existido. Ojalá el destino te borre un día para siempre y sólo repita tu nombre cuando esta barbarie del Toro de la Vega haya sido prohibida y les cuente a mis nietos que en 2011 Tordesillas aplaudió a un asesino.
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